Lanzamiento de hechizos

Cuando las balas no bastan para derribar al enemigo, es el momento de emplear un toque de magia. Los hechizos son una forma espectacular y chispeante de hacer daño a los enemigos, y sus tiempos de reutilización, diferenciados de la habilidad de acción escogida para tu labradestinos, son relativamente cortos. Equipa en cualquier clase un hechizo que haga aparecer botín y siéntete libre de cambiar de hechizos a menudo para averiguar cuáles funcionan mejor con tu equipamiento.

Las propiedades de los hechizos varían enormemente, aunque en esencia solo tengamos cuatro tipos básicos: la bola de fuego, el misil mágico, la hidra invocada o un meteoro gigante conjurado de la nada que derrama una destrucción celestial sobre los enemigos. Puede que encuentres hechizos con múltiples cargas que se puedan lanzar de forma continua (ideal para los haces venenosos letales) o que restablezcan su propio tiempo de reutilización al lograr un impacto crítico, y esto no es más que el principio. La mayoría de hechizos disponen de algún tipo de daño elemental, aunque los hay destinados a proteger a los aliados o a dejar vulnerables a los enemigos, por ejemplo.