Champiñones

Dicen que el bosque alberga muchos secretos. Aunque también dicen: «¡Aaagh, nooo! ¡Esa seta acaba de cobrar vida! ¡Me ha pegado un bocadoooo! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh, no!». Y ambas cosas son verdad.

Por muy cuquis que sean las setas, solo sueñan con arrancarte todas las extremidades del cuerpo. Tras sus reforzados sombreros se esconden unos gigantescos y relucientes dientes que llevan tu nombre escrito. El sistema inmunitario del bosque no tendrá piedad contigo: convocará a sus germinadores para que te lancen esporas desde lejos y dejará que las poderosas colonias se abran paso por él para espachurrarte con todas sus fuerzas y anegar el campo de batalla con hongos.